jueves, 18 de febrero de 2010

VERDADES AMARGAS

Verdades Amargas

Yo no quiero ver lo que he mirado

a través del cristal de la experiencia;

el mundo es un mercado donde compran

honores, voluntades y conciencias.

Amigos: es mentira, no hay amigos:

la amistad verdadera es ilusión;

ella cambia, se aleja y desaparece

con los giros que da la situación.

Amigos complacientes sólo tienen

los que disfrutan de ventura y calma;

pero aquellos que abate el infortunio

sólo tienen tristezas en el alma.

Si estamos bien, nos tratan con amor,

nos buscan, nos invitan, nos adulan;

mas si acaso caemos, francamente,

sólo por cumplimiento nos saludan.

el que nada atesora, nada vale

y en toda reunión pasa por necio,

y por más nobles que sus hechos sean,

lo que alcanza es la burla y el desprecio.

En este laberinto de la vida

donde tanto domina la maldad

todo tiene su precio estipulado:

el amor, el parentesco y la amistad.

Lo que brilla no más tiene lugar,

aunque brille por oro lo que es cobre;

lo que no perdonamos en la vida

es el atroz delito de ser pobre.

Nada en el mundo es perfecto, puro y sano;

todo se halla a lo impuro entremezclado;

el mismo corazón, con ser tan noble,

cuantas veces se encuentra enmascarado.

Existe la virtud, yo no lo niego,

pero siempre en conjunto defectuoso;

hay rasgos de virtud en el malvado,

hay rasgos de maldad en el virtuoso.

La estupidez, el vicio y hasta el crimen

podrían tener su puesto señalado;

las llagas del defecto no se ven

si las cubre un diamante bien cortado.

Y a nadie habrá de herir lo que aquí digo,

porque ceñido a la verdad estoy;

me dieron a libar hiel y veneno;

veneno y hiel en recompensa doy.

Y si peco en las palabras toscas

de estas líneas oscuras y sin nombre,

doblando mis rodillas en el polvo,

¡pido perdón a Dios y no a los hombres!

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