Etopeya a Papá

ERES MUY IMORTANTE PARA MIÍ

Mi padre era, sin la menor duda, el padre más maravilloso que cualquier niño pueda haber deseado.

Para quien no lo conocía bien, podría haber pensado que era un hombre severo y serio. No lo era. En realidad era un hombre divertido. Lo que lo hacía parecer serio era que nunca sonreía con la boca.

Cuando alguien lo veía, siempre tenía el seño fruncido, pero cuando se cruzaba con alguien jamás podía imaginar la inmensa sonrisa que podía dibujarse en todo su rostro, siempre tenía un ¡Hola! ¿Cómo estás? para grandes o pequeños.

Tenía los ojos verdes enmarcados por unas cejas gruesas que adornaban su cara y cuando algo le parecía gracioso, sus ojos se iluminaban lo que lo obligaba a mostrar sus tan bien formados dientes completando un paisaje muy hermoso para mí.

Yo me alegraba cada vez que escuchaba hablar de lo bueno y servicial que él era, poco después de que el nos dejara, sus amigos decían que, Don Tadeo Rodríguez fue una persona muy noble, que no esperaba a que le dijeran que necesitaba, él los ayudaba.

El siempre quería lo mejor para sus hijos y que no sufriéramos lo que él en su niñez, lo triste es que no vivió para ver realizados a sus hijos, pero desde el cielo él ha velado porque no nos falte nada y dentro de las posibilidades que hemos tenido, casi, lo hemos logrado.

MARTHA AMPARO RODRIGUEZ VELASQUEZ.

I.E.F. DANIEL ALCIDES CARRION. CUAJONE.